La tasa interna de retorno es la media geométrica de los rendimientos futuros esperados de una inversión. Más precisamente, el porcentaje de ingresos que se obtiene como consecuencia de un desembolso inicial de dinero. Por ejemplo, 1000 dólares con un retorno de 10% anual deviene en una ganancia final de 100 dólares. Es decir, 1100 en total.
Así, la tasa interna de retorno, o TIR, desempeña un rol esencial al momento de desarrollar un plan de negocios. Esto se debe a que, si tu objetivo es incrementar la rentabilidad, te permite determinar cuánto exactamente ganarás. Puede ser al cabo de, por ejemplo, un año. En cualquier caso, tendrás un panorama más claro respecto a los gastos a realizar. Por ejemplo, publicidad en redes sociales o en una plataforma.
¿Cómo se calcula la tasa interna de retorno?
La TIR puede definirse también a partir de lo que su cálculo establece. Es decir, la tasa de descuento con la que el denominado valor actual neto (VAN) se iguala a cero. Dicho de otro modo, esta es la que iguala la suma del VAN con la del de los ingresos previstos.
De esta forma, calcular el TIR requiere de seguir estos cinco pasos:
Establecer el valor inicial
Tener los números exactos correspondientes a los gastos provenientes de una operación es imprescindible para calcular el TIR. Incluye, por ejemplo, la fabricación de un nuevo producto una inversión mayor para ofrecer otro servicio. Ambos números representan el valor inicial de la mencionada operación
Tasa interna de retorno: estimar el valor final
Si estás decidido a efectuar la operación es porque estás seguro de que te proporcionará ganancias. Por ello es necesario estimar cuánto exactamente. Cabe aclarar que la suma de los dos valores indicará las ventas esperadas e ingresos derivados. También otros números que exhiben los beneficios conseguidos luego de un tiempo. Esto último es, tal lo descrito al principio, lo que explica la importancia de la TIR en una empresa.
Medir el flujo de dinero
Consiste en tomar el valor final del paso anterior y restarle el inicial. El resultado exhibirá la ganancia neta proveniente de la operación. Es decir, el número al cual deberás quitarle tanto las deudas como los gastos iniciales para evidenciar cuánto obtuviste realmente.
Obtener el indicador
Es uno de los pasos más simples del cálculo de la tasa interna de retorno. ¿Por qué? Porque solo tienes que dividir la ganancia neta proyectada por parte de la operación entre el valor inicial. Si el resultado es un número alto, entonces la misma en rentable y, por lo tanto, vale la pena. En cambio, si es negativo o muy bajo terminará siendo riesgosa y con altas probabilidades causar pérdidas.
En este sentido, es esencial alcanzar el punto de equilibrio entre la oferta y demanda de lo que ofrezcas. Por ejemplo, si vas a desembolsar un monto superior de dinero para vender mediante una plataforma audiovisual, esta debe proveerte resultados positivos. Es decir, cumplirte el objetivo de que vendas más.
Tasa interna de retorno: hacerlo porcentual
Para completar el cálculo, el valor final debe tener la forma de una tasa. Para ello debes multiplicar el resultado de los cálculos mencionados anteriormente por 100. Así, el porcentual representará la TIR.
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Referencias bibliográficas
- Hubspot (s.f). Qué es la tasa interna de retorno, cómo se calcula y ejemplos.
- Economipedia (2020). Tasa interna de retorno (TIR).
- Tasa interna de retorno (TIR) (2023): ¿Qué es y cómo se calcula?